En un clima de entusiasmo desbordante y con una Plaza de San Pedro colmada por más de 100.000 personas, el flamante papa León XIV realizó este domingo su primera aparición pública para el rezo del Regina Caeli, desde el tradicional balcón central de la Basílica de San Pedro. Fue allí donde lanzó su primer y contundente mensaje político, con un enérgico llamado a la paz mundial: “¡Nunca más la guerra!”.

La frase, que evocó a la pronunciada por el papa Pablo VI en 1965 ante la ONU, resonó con fuerza en medio del silencio inicial que precedió a una ovación cerrada. “En este actual escenario dramático de una 'Tercera Guerra Mundial en pedazos', como muchas veces afirmó el papa Francisco, me dirijo yo también a los grandes del mundo, reiterando el llamamiento siempre actual: ¡nunca más la guerra!”, exclamó León XIV, al recordar que el 8 de mayo se cumplieron 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, tragedia que dejó 60 millones de víctimas.

Conmovido y visiblemente emocionado, el nuevo pontífice -estadounidense con nacionalidad peruana, de 69 años, perteneciente a la orden de San Agustín- se refirió especialmente a algunos de los conflictos más urgentes de la actualidad. “Llevo en mi corazón los sufrimientos del amado pueblo ucraniano: ¡que se haga lo posible para alcanzar lo antes posible una paz auténtica, justa y duradera!”, clamó.

No dejó afuera el conflicto en Medio Oriente: “Me duele profundamente lo que pasa en la Franja de Gaza: ¡que cese inmediatamente el fuego!”, exhortó, y reclamó ayuda humanitaria para la población civil y la liberación de los rehenes. También celebró con esperanza el anuncio de cese del fuego entre India y Pakistán, expresando su deseo de que “las próximas tratativas conduzcan a un acuerdo duradero”.

Su primera aparición coincidió con el Domingo del Buen Pastor, una fecha simbólica que destacó como un “don de Dios” para iniciar su servicio como Obispo de Roma. “Hoy, desde hace 62 años, celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. ¡La Iglesia necesita vocaciones! Y es fundamental que los jóvenes encuentren en nuestras comunidades acogida y modelos creíbles”, expresó. En ese marco, exhortó con una frase que evocó directamente a san Juan Pablo II: “¡No tengan miedo!”.

El Papa León XIV saludó luego a las delegaciones de fieles de todo el mundo, en especial a las madres, en coincidencia con la celebración del Día de la Madre en Italia y otros países. Las banderas de Perú, Estados Unidos, Argentina y otras naciones flameaban al ritmo de cánticos que coreaban su nombre: “¡Leone! ¡Leone! ¡Leone!”.

Durante la mañana, antes de su aparición en la plaza, el pontífice celebró una misa privada en las Grutas Vaticanas, junto a la tumba de San Pedro. Concelebró con él el prior general de los agustinos, Alejandro Moral Anton, y al final de la ceremonia rezó frente a las tumbas de sus predecesores.

Este lunes, León XIV se reunirá con los cerca de 6.000 periodistas acreditados para cubrir el cónclave que lo eligió el pasado 8 de mayo. Se trata del primer Papa con ciudadanía estadounidense y peruana, un pontífice de "los dos mundos", que llega al trono de Pedro en medio de grandes expectativas por su liderazgo espiritual y su estilo propio, ya evidente desde este primer domingo de pontificado.